martes, 4 de marzo de 2014

El Foco Cortesano: Juan de Herrera y El Escorial




El Escorial s una de las obras cumbres de la arquitectura de todos los tiempos. Fue construido en 1563 por petición de Felipe II tras establecer la capital del reino de España en Madrid. Este edificio se tardó en terminar 21 años desde 1563- 1584.




Posee varias funciones: Palacio, panteón Real, Monasterio de los Jerónimos, conmemorativo (se construyó tras la Batalla de San Quintín). Dedicado a San Lorenzo y distribuido en patios con distintos usos que ya serán comentados. Su construcción responde a la idea de Felipe II de emular a Salomón construyendo un templo gigantesco, la obra más grande en España hasta ese momento de 207 por 161 metros.

Se compone de cuatro fachadas, una mirando hacia un punto cardinal. La fachada oeste es la principal y la que corresponde a la portada principal. Se compone además de:


Patio de los reyes que sirve de marco a la fachada de los pies de la basílica que allí se encuentra. Son todos patios cruciformes que toman elementos de Palladio entre otros. El concepto de rey hay que matizarlo en este momento. El rey no era jefe de un país pues España como unidad no existía. Sí era rey de Jerusalén título honorífico que le destacaba como luchador contra los musulmanes. No obstante el nombre de este patio no es casual. En él localizamos estatuas de cuatro reyes, reyes de Jerusalén, en esa relación con Salomón antes comentada. En los ángulos del patio hay dos torres.



La basílica es la síntesis del modelo de planta basilical de tres naves y el modelo de planta centralizada con cúpula sujeta sobre pechinas con arcos torales. Al exterior se aprecia un tambor circular con ventanas enmarcadas por dobles pilastras dóricas. Su puerta está retranqueada. A la entrada se aprecia un vestíbulo o nártex que influirá en los conventos del barroco españoles, junto a un coro elevado sobre pilares. Como elemento de soporte usa el dórico toscano con pilastras adosadas. Es una obra monumental donde a izquierda y a derecha de la capilla mayor se aprecian dos cubículos con grupos escultóricos de carácter funerario: son los túmulos de Carlos V y de Felipe II. Estos conjuntos de cinco estatuas de bronce dorado cada uno se encuentran debajo de las habitaciones reales que utilizaban los reyes en sus visitas y además se introducen en una escenografía arquitectónica, es decir, se desarrolla el grupo aprovechando la arquitectura del propio edificio (pórtico con columnas gigantes de orden dórico, encima del mismo columnas de orden jónico sobre plinto que enmarca el escudo real). Al frente localizamos el retablo mayor que destaca por la combinación de esculturas y lienzos de maestros italianos que ya abordaremos en el tema de escultura y pintura correspondiente.



Proyecto de fachada: Juan Bautista de Toledo empezó la obra. Fue un personaje de Nápoles que trabajó en Roma con Miguel Ángel y Sangallo. Está al frente solo cuatro años sustituyéndole Juan de Herrera, su segundo de a bordo. El primer proyecto buscó una fachada más baja para hacer destacar los volúmenes de la basílica. Se colocarían doce torres. Juan de Herrera aumenta los pisos a dos y duplica las celdas de los monjes hasta cien. Las torres que flanquean esta fachada son todas del mismo tipo: rematadas en chapiteles griegos de madera y agujas con láminas de pizarra. Es importante señalar un rasgo fundamental de las obras de Herrera que es la austeridad y la falta de ornamentación. La portada se concibe a dos niveles: bajo con orden gigante dórico-toscano y friso con triglifos pero sin metopas rematado por un segundo cuerpo jónico. La única decoración se hace con óculos o formas geométricas pero nada ostentoso. Aparece la parrilla símbolo del martirio de San Lorenzo.



El Patio de los Evangelistas se localiza en la parte derecha del edificio o lienzo de fachada sur, junto a la sala capitular, la torre de los convalecientes… El nombre lo toma de un templete bramantesco que se decora con estatuas de los evangelistas y que se sitúa en el centro. El esquema del conjunto es clásico con la superposición de arco y dintel, con dos cuerpos; uno dórico y otro jónico. Encima de todo una balaustrada reforzada con pequeños soportes rematados con esferas. Se toma el modelo del Hospital de la Caridad de Venecia pero lo nacionaliza.



La biblioteca se localiza sobre la crujía de fachada del oeste. Se cubre con bóveda de cañón. Usa arcos fajones y lunetos. Los lunetos son muescas de perfil triangular que se abren sobre la ventana para proyectar la luz.






Manme Romero.






Fuentes consultadas:
-AA.VV.: “El Escorial”
-F.M. Teodoro: “Arte Español Moderno”




(*) Nota: las imágenes fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus respectivos dueños.

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