¿Mercado del arte? Nos encontramos ante un concepto
dual, pues mercado es una palabra puramente económica, pero también es
artístico (‘arte’). Este concepto va a englobar a una serie de individuos o de
instituciones que son los que se van a dedicar a la explotación lógicamente
económica y comercial del arte. Por tanto, estos individuos/instituciones fijan
los precios, establecen el precio de producto artístico, de las obras de arte.
Los valores económicos tienen un peso muy importante, de
hecho los economistas tienen aquí un papel muy relevante; piensan que toda obra
de arte tiene un valor económico. Se plantea en muchas ocasiones que los
grandes museos del mundo pudieran hacer un balance desde el punto de vista
económico de todas las obras que tienen.
Frente a esta opinión, hay quienes piensan que las obras no
tienen un valor económico, no pueden tener un precio o una etiqueta. Por
cuestiones de identidad y de historia hay ciertas obras que no se pueden
vender, por ejemplo, “Los fusilamientos” de Francisco de Goya, aunque esto no
quiere decir que no haya gente que estuviera dispuesta a comprarlo. Por tanto,
cualquier objeto tiene un precio, y para establecerlo tiene que ser comparado
por otros objetos y con el precio del mercado.
¿Por qué viene dado el precio a un objeto? Lo que cuenta es
la utilidad de producto, esto es lo que marca el precio de cualquier objeto
(sea o no artístico); es la necesidad de producto. Pero, ¿cuál es el valor de
utilidad en la obra de arte? El valor estético es el que marca el precio, en
este caso, de la obra de arte. Esto es lo que hace que una obra sea más cara o
más barata, pues el valor estético hace que un objeto artístico sea único e
irremplazable. Por tanto, esto provoca que los precios se disparen. Tendremos
que mencionar dos
aspectos que aclarar:
- Falta
de coherencia en el valor de coste. Una obra de Francis Bacon que se vende por
80 millones de dólares, ¿vale materialmente 80 millones de dólares?
- El
valor del tiempo es muy relativo, pues hay obras de arte que se hacen con mucha
rapidez, y en cambio hay otras que tardan muchísimos años. Esto no sería un
criterio riguroso.
¿Qué factores influyen en la valoración de una obra
artística? Hay distintos factores que van a influir. Todos estos valores que iremos nombrando
estarán vinculados con la oferta y con la demanda, lógicamente de la obra de
arte en la sociedad que se venda (contemporánea). Hay que decir también que los
factores más conservadores son muy tradicionales, pues han sido puestos en duda
por los artistas, pero también por los propios intelectuales.
1. La
propia obra de arte. El propio objeto artístico, el carácter material
será el que más influye (el oro vale más que el papel). Esto no valdría para
las perfomances, happenings… esto ha sido ya superado por el coleccionismo de
empresas, pues las grandes compañías empresariales se convierten en
financiadoras de esas manifestaciones que pueden ser perecederas o
conceptuales, porque de ellas van a obtener beneficios por la reproducción de
las imágenes o fotografías que aparezcan en los medios de comunicación.
2. Otro
factor importante que influye en la valoración de una obra de arte es la autoría
de la obra o su firma. Cuando un artista firma su obra, automáticamente sube de
precio. Cuando una obra está firmada pero también dedicada a una persona en
concreto, vale menos. Vale más si está firmada que si está atribuida, del
taller, círculo del artista, de un seguidor del estilo del artista, y por
último, copia del artista. (ß esta sería la escala de valor, de mayor
a menor).
3. La
autenticidad de la obra. El hecho de que el artista haya ejecutado esa
obra, con independencia de que figure su firma o no, sino que se sepa que
artista ciertamente ha realizado esa obra (por encargos, testimonio,
documentos…). Cuando compramos una obra en subasta (no firmada), si en un
período de 5 años se demuestra que esa obra no es auténtica, se tiene derecho a
devolver la misma, así como recuperar el dinero.
4. Unicidad
de la obra, es decir, que esa obra sea única. El recurso más importante para el
coleccionismo es el sentirse poseedor de una obra única, que no tenga nadie, un
carácter un tanto narcisista. El hecho de que sea un objeto único hace que el
precio se dispare. ¿Y en el caso de una fotografía? El cliché puede ser
vendido, destruido, quemado, para que ese positivado sea la única que haya en
todo el mundo. En el arte pop ocurre algo así, todas parecen iguales, pero no
lo son.
5. Por
último, influirá el estado de conservación de la obra. Esto está
vinculado con las restauraciones e intervenciones que ha sufrido la obra; el
número de restauraciones e intervenciones también hará subir o bajar el precio.
Una
vez que hemos hecho estas pequeñas apreciaciones, les invito a ver el
documental que les dejo a continuación. Una vez lo acaben, saquen sus propias
conclusiones.
Para
terminar, les dejo mis pequeñas conclusiones finales:
Francis Outred (especialista de arte contemporáneo de
Sotheby’s): “creo que se pueden hacer
comparaciones entre la Florencia del siglo XVI y la época que vivimos ahora,
por la gran riqueza e innovación”.
Aby Rosen (coleccionista y marchante de arte): “la gente tiende a buscar lo más nuevo; y eso
no está mal, porque el arte se ha convertido en una mercancía, como otras
muchas cosas; puedes usarla para socializar”.
“El arte es una
inversión, porque es fácil manipularlo”.
Manme Romero.
Fuentes consultadas:
John Tompson: “El tiburón de
12 millones de dólares”
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