Hoy vamos a hablar sobre la Nueva España en el
siglo XVI, más concretamente del Arte Hispanoamericano.
En
el siglo XVI va a ver dos grandes virreinatos, el del norte con México,
Thenostritan en lengua azteca; y el virreinato del sur, con Perú. Hacia el
norte se fue explorando el territorio que hoy día conocemos como los EEUU.
Hasta
1519-20, hubo una guerra muy dura por conquistar el territorio de México, los
aztecas contra los españoles, ya que ellos querían seguir teniendo su cultura y
cosmogonías.
México
está rodeado de volcanes y sobre una laguna, en una altiplanicie.
Con
una gran cantidad de indígenas, ¿cómo se resuelve el problema de la
evangelización? Los aztecas apreciaban el líquido rojo de la sangre, que hacía
que pensara que todo lo relacionado a la agricultura, ganadería, noche, día,
fertilidad… todo se nutría de esa sangre de los sacrificios que ellos hacían.
Los
dioses aztecas atendían a todas las instancias y los actos de los seres
humanos. Era una religión mágico-animista. No tenían lugares de culto igual que
en España. Tenían inercia a las celebraciones al aire libre, y también al
canibalismo.
Nueva
España se denomina así porque le recuerda mucho a todo lo que habían dejado
atrás.
¿Cuándo comienza la evangelización? Allá
por el año 1524, momento en que los
primeros misioneros transmiten el Evangelio como un código moral. La idea de
salvación se producirá a través de un Dios trinitario. Por otra parte hay que
señalar que tuvo cierta acogida, sobre todo en la gente joven, la idea del
evangelio porque el sacrificio de Cristo a través del derramamiento de su
sangre, se relacionaba mucho más con su cosmología y sus aspectos religiosos.
La
evangelización se produce tras la conquista de Cortés recordemos en 1520. Y se
produce principalmente por la atracción que supone un país tan parecido a
España en todos los aspectos. La conquista en ese territorio familiar fue
sencilla haciéndose Cortés con el apoyo de las tribus sometidas por los aztecas.
La evangelización se va a entender como el respaldo o la excusa para seguir con
la labor de dominio americano. Cortés entendía que se debía prolongar el
imperio azteca dejando lo ya existente y rellenando algunos espacios.
Atrio del Convento
de Huejotzingo.
Es
el primer y único atrio excavado arqueológicamente. Con puntos discontinuos es
la iglesia actual y el claustro. La cruz del atrio se ha puesto a eje con la
iglesia y la entrada al atrio.
La
iglesia es de nave única, con contrafuertes y cabecera ochavada. El arquitecto
que excavó esto fue Cordova, mejicano.
Al
fondo se aprecia como una especie de cobertizo y una capilla abierta, o también
se llama de indio. Habitáculo para colocar un altar. [Todo ello es un
testimonio reciente]
Este
espacio está delimitado, es un espacio sacro.
En
una esquina podemos apreciar una posa hecha con ladrillo y decorada. Es más
actual.
En
todo el conjunto del atrio hay muchos árboles, para dar sombra.
Nos centraremos en las posas que sí revisten más significación. Lo primero que hay que
tener en cuenta es que todas las posas eran en su origen volúmenes huecos
aunque actualmente se hayan cegado. Poseían en todo caso una pequeña tabla en
los huecos para evitar la entrada de algún animal. Pero su uso como ya sabemos era
variadísimo. No tienen un carácter monumental pues están hechas con manos
indígenas. Ello explica que cada una tenga un estilo propio y que por ejemplo
la cubrición cambie en algunas. No hay un mismo programa constructivo ni una
sistematización. No existe tampoco una idea de arte en su ejecución pues están
puestas al servicio de la evangelización. Ello explica que de forma ingenua las
caras pegadas al muro (que no se ven desde el interior pero sí desde el
exterior) queden desnudas y no se decoren.
Posa de
San Francisco.
Posa
dedicada al patrón de este complejo. Actualmente tapiado y cegado ciertamente
se afea la estructura que fue concebida para estar abierta. Se articula como un
templete modesto pero muy bien distribuido decorado en su frente con unos ángeles
en vuelo con los instrumentos de la pasión (clavos y tenazas), destaca el
arcángel San Miguel. Supone entender que San Francisco buscaba expresar la
emotividad de los acontecimientos pasionarios. La vivencia del sufrimiento de
Cristo era uno de los principios de la doctrina. En el centro apreciamos el
escudo de las cinco llagas que recuerda al hecho milagroso de la
estigmatización. ¿Cómo están hechas las llagas? Buscando el sentido de la forma
plana tan característica de los indígenas, es decir, planiforme. Si comparamos
con otros emblemas apreciaremos que tiende más a la turgencia. En este sentido
tenemos el del arquillo del ayuntamiento de Sevilla.
En la parte superior apreciamos quizás la
primera escultura de México tras la llegada de los colonizadores. Se trata de
San Francisco arrodillado ante una cruz. Ejemplifica el momento de la
estigmatización (según los grabados de la época se produjo por una aparición de
Cristo crucificado con alas de serafines). A los indígenas se les daría este
motivo y se les pediría su representación. Ellos lo interpretaron. Por otra
parte no se puede descartar lo que se conoce como la representación teatral de
los acontecimientos más importantes de la vida de los santos, recurso usado en la Edad Media y que aquí
pudo repetirse.
El San Francisco se presenta ejecutado con
pliegues rectos sin sensibilidad hacia la profundidad. Es una figura rígida y
elemental sin conocimiento anatómico. La bóveda esquifada, que cubre el
conjunto, se trasdosa con un cordón franciscano. Antiguamente al otro lado de
San Francisco, había una imagen del encomendero de Calpan apareciendo como
donante orando ante la cruz. Rematando el conjunto una cruz, aunque no es la
original. Hay un arte vivo, que en este caso remite al teatro. También se aprecian
escudos con la emblemática de Cristo y María.
Posa
del Juicio Final.
Todo el recinto está delimitado por un muro
muy pobre.
Es también un templete pero rematado de
forma diferente lo que nos demuestra que no hay un modelo único. En este caso
se remata con una estructura piramidal por aproximación de hiladas. Demuestra
que no se han asimilado las formas curvas. Aquí también participarán los
indígenas orientados y adoctrinados por los monjes franciscanos. En el interior
también podríamos encontrar imágenes pintadas. La cara principal nos muestra un
tema iconográfico repetido hasta la saciedad en Europa. Nos referimos a Cristo
en el centro en majestad flaqueado por la espada y por la vara florida (igual
que el Juicio Final de Miguel Ángel). A la izquierda la Virgen y a la derecha San
Juan. A su vez localizamos ángeles trompeteros llamando a los muertos que están
saliendo de sus tumbas, resurrección de la carne.
Todo ellos rematado por una tiara
pontificia y una cruz. Con ángeles en las esquinas y decoración vegetal de
posibles tallos de cactus, planta erizada con púas.
Hay muchos motivos extraídos del grutesco.
Se caracterizan las veneras.
Los españoles le van a enseñar tanto las
imágenes iconográficas como las tallas, por lo que los propios indígenas irán evolucionando.
Posa
de la Virgen.
También
la encontramos con remate piramidal, por aproximación de hiladas. Es igual que
las anteriores pero sin la decoración vegetal. En ella encontramos temas
marianos. Se aprecia un friso de florones que se empiezan a ir introduciendo, a
maneta de arte local.
El relieve más destacable es el de la Virgen de los Dolores, que
según las escrituras sabemos que eran siete dolores. Ese dolor es representado
mediante cuchillos. La manera de plegar los paños y de colocación de la virgen
sentada, recuerda a la del Pantocrátor anterior. Con un gran tratamiento de los
paños. En los tondos de las puntas de cada espada, posiblemente hubiera
pinturas de plumaria con los elementos de la pasión de Cristo.
Posa
de los Evangelistas.
Aparecen cuatro tondos con el símbolo de
los cuatro evangelistas, el Tetramorfo.
También tiene remate piramidal como las
anteriores, con elementos de los que venimos hablando ya.
En el centro se puede apreciar la
representación posiblemente de San Juan evangelista, con una copa en la mano.
Dentro de la posa encontramos un retablo,
bastante destrozado que deja ver el aparejo de los muros. En el centro se
aprecia un calvario y a ambos lados pudo haber pinturas. En los alto la
representación de Dios Padre y unos escudos. Posiblemente fuera uno de los
primeros retablos que se realizaría en Sevilla y se ensamblaría allí en México.
En la parte baja de este retablo, que
parece una reliquia de lo que fue, queda una imagen suelta.
Convento
de Huejotzingo.
Se llama de San Miguel, ya que los
franciscanos eran muy devotos del arcángel. En un dibujo de la primera etapa de
construcción se aprecia troncos de árboles a modo de columnas o pilares.
- La entrada al atrio de Huejotzingo se
realiza mediante tres arcos de medio punto no muy bien trazados. Llevan una
decoración de una vara con una tela enrollada. También con decoración pomas. Le
entrada está elevada, hay unos escalones. Al fondo vemos la fachada de la
iglesia y ante ella la cruz en el cruce del atrio. Arriba de la fachada se
aprecia una modesta espadaña y almenas con un hueco, de origen militar,
posiblemente tuvieron un carácter de defensa ante los indígenas.
Pegado a la iglesia encontramos el
convento.
- La cruz del atrio es del tipo de cruz
arbórea. La basa es una gran corona de espinas que estaba erizada de espinas.
Las posas de Huejotzingo se van a parecer a
las de Calpan, aunque están muy regular.
Posa
de dos ángeles.
Existe en este atrio una mayor regularidad
y supervisión por parte de los europeos. Las posas nos recuerdan a las de
Calpan. En el interior podemos apreciar una pintura con la representación de la Virgen como una Asunción.
En el arco hay un relieve como una especie de cadena de eslabones, es un
elemento que tiene que ver con la prisión, con el condenado; pero también
delimita un espacio jurídico o tienen relación con la monarquía.
En este lugar hubo un choque importante
entre los misioneros franciscanos y los civiles.
La posa está muy bien compuesta, con cubo
muy ordenado y rematado por una pirámide. En lo alto había una crestería pero
ha desaparecido. Podemos distinguir el escudo de las cinco llagas y el cordón
franciscano delimitando el arco a modo de alfiz. Dentro de él el relieve de dos
ángeles flotando que parece que portan los atributos de la pasión de Cristo.
Sus caras son muy significativas.
En otra posa han desaparecido el relieve de
los ángeles y los escudos.
Fachada
de la Iglesia.
En la parte baja está la puerta de entrada
y en lo alto una ventana que da a la parte del coro. Así que al entrar por esta
puerta a la iglesia nos encontramos en la zona del sotocoro, bajo el coro. Esta
es la composición típica de estas fachadas.
En la puerta se aprecia un dintel, pero a
modo de arco conopial muy rebajado, con un moldurión. Posiblemente fue
realizado por canteros europeos, muy expertos. Arriba de esta puerta
encontramos una serie de medallones y el cordón franciscano. En la parte alta
esa sensibilidad planiforme del escudo de las cinco llagas enmarcado por otro
cordón. Y la ventana con una arco de medio punto no muy bien resuelto y otra
vez el cordón franciscano.
También encontramos unos baquetones a ambos
lados de la fachada, moldura gruesa colocada en vertical que no termina en un
capitel, sino en una moldura arrollada no muy bien resuelta. Los baquetones se
han estriado, es una especie de impás del gótico-mudéjar.
En los medallones podemos apreciar letras
góticas ‘IHS’, talladas con ese sentido planiforme en la piedra, pero se han
podido hacer en plumaria o materiales perecederos.
En una puerta de madera de la Iglesia de
Santa María de la Granada, fin siglo XV, encontramos la misma grafía y adorno
de las letras de los tondos de Huejotzingo. También era un convento
franciscano.
Puerta
de la Porciúncula.
Es la portada del lado norte. El jubileo de
la porciúncula se trata de una fiesta religiosa en el mundo católico. Está
cegada ya que por ahí no se puede entrar ni salir. Tiene una ornamentación algo
interesante, extraña, exótica…
Era un vano con arco de medio punto, en el
trasdós como un motivo vegetal de frutos, no son las típicas pomas. Se aprecia
un alfiz (gótico-mudéjar). A ambos lados hay unos soportes muy curiosos con una
especie de capiteles algo bulbosos. En las enjutas o albaneras de ese alfiz se
colocan los escudos de las cinco llagas franciscanos. Punteando el alfiz hay
unos elementos de florones. En la zona baja, pegando al suelo, el motivo de las
pomas.
Tanto arriba como abajo del soporte se
aprecia la labor de cestería típica mudéjar. En la zona alta del arco, a modo
de crestería, se aprecian estrellas de mar, posiblemente procedentes de
Portugal, ya que se conoce la existencia de un cantero, Diego Díaz de Lisboa, que
se conoce que estuvo enseñando cantería a los indígenas. Conocemos una especie
de curriculum suyo.
Se alternan tallos con elementos
granulentos sobre unos soportes con motivo vegetal, como hojas de acanto.
El relieve que bordea el arco parece que es
una especie de cadena, pero se trata del toisón de oro de la monarquía española
(delimitación), a la cual parece que le falta un elemento.
Toribio de Benavente fue el guardián de
este conjunto de Huejotzingo.
En los soportes a ambos lados de la puerta
tienen en el centro unos escudos, uno de ellos tiene las llaves de San Pedro,
potestad religiosa, con una cruz y una corona.
La orden del toisón de oro, es una orden
militar de la Edad Media.
Importancia de las cruzadas, aunque España no participa directamente ya que la
península tenía el problema musulmán. La practicará Francia. Esta orden la
implanta Carlos I.
Hay un pacto entre la monarquía española y
la iglesia católica, para enseñar y predicar el evangelio. Por ello se toma de
referencia y se coloca en esta puerta.
Retablo
de Huejotzingo.
La cabecera presenta unas buenas bóvedas de
nervaduras góticas. Es el típico retablo de los años 60-70, de la segunda mitad
del siglo XVI. Retablo: ubicación, “retro
tabulam”, detrás de la mesa de altar. Ocupa todo lo que es el frente de la Iglesia. En el mundo americano
aparecen las imágenes, tanto en escultura, como el crucificado principal y los
padres de la Iglesia
en las hornacinas, así como los relieves encima del crucificado y también las
pinturas. Se sabe que Simons Pereyns, un pintor flamenco, fue el que realizó
las pinturas.
En el relieve central podemos apreciar la
estigmatización de San Francisco.
El retablo está realizado de forma
reticulada y ahí se va ubicando todo el conjunto de imágenes.
Las partes que podemos apreciar son el
banco, donde se apoya todo el retablo, con tres cuerpos y el remate o ático. En
verticales tenemos las calles.
Está realizado en madera, anclados en el
muro. Retablo que ya está hecho en México. El avance y capacidad que tiene el
propio país, estamos contemplando que ya se hacen obras comparables.
Habitación
del conjunto monástico de Huejotzingo.
Está cubierta con vigas de madera. En ella
podemos apreciar a los doce franciscanos adorando la cruz, como si fueran los
doce apóstoles. Apenas tiene color, se combina el blanco y el gris. En estas
pinturas podemos encontrar santos, como San Antonio de Padua, San Buenaventura…
santos franciscanos.
El enmarcado de estas pinturas posiblemente
sea de esas especies de cenefas de los libros. Sentido didáctico. Se puede ver
a San Francisco en escenas de su vida. Son pinturas que forman parte de la
evangelización. El arte como capacidad que tiene el ser humano para crear.
En otra sala se aprecia la pintura de la Inmaculada Concepción.
Alrededor de ella, que está también en el centro, hay elementos de aclamaciones
o piropos hacia la Virgen.
A ambos lados se encuentran Juan Duns Escoto y Santo Tomás de Aquino, dos
monjes dominicos.
Manme Romero.
Fuentes consultadas:
- G.P. Emilio: "Arte Hispanoamericano"; Universidad de Sevilla.
(*) Nota: las imágenes fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus respectivos dueños.
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