Nos situamos en el momento de dominio español
sobre todo el continente europeo más concretamente en época de Felipe II. En
este momento entramos en una etapa artística nueva producto de la crisis del
Manierismo acentuándose este cambio en torno a 1600. Roma se va a convertir en
el centro cultural del nuevo movimiento barroco. Venecia está sucumbiendo a una
lenta agonía producto del cambio de centro comercial mundial del nuevo al viejo
mundo producto del descubrimiento de América.
En las cortes papales romanas localizamos
cuatro familias importantes: Barberini, Ludovisi, Spada y Borghese. En ellos comienza esta reforma
cultural llamando incluso a artistas extranjeros. Destaca en este sentido el
papel que van a tener en el urbanismo romano. No obstante la característica
principal es la existencia de un arte híbrido con caracteres romanos y
caracteres propios del lugar de procedencia del artista. Las figuras se vuelven
un poco más ampulosas y se aprecia cierto tenebrismo y carácter de tristeza. Es
la época que define por lo tanto el declive del anterior arte italiano.
Los motivos que explican la crisis de los
valores renacentistas son:
1. Régimen de austeridad y rigor religioso tras la
Contrarreforma.
2.
Nacimiento del movimiento evangelista de Savonarola.
3. Normas del Concilio de Trento en materia de
arte sagrado: conformidad con las fuentes, decoro y conveniencia, no debe
inspirarse en obras clásicas antiguas porque remite al paganismo…
4. No se pueden representar figuras desnudas por
ser algo vulgar y demostrar torpeza en el pintor.
5. Interpretación de los teóricos a las ideas
del Concilio. Ello propició que fuera necesario que aparecieran nuevas formas
que pudiesen eludir las prohibiciones.
6. El tema mitológico se moraliza ejemplificando los dioses
virtudes morales. El panorama artístico puede pues dividirse en tres
corrientes: El Barroco Romano, el naturalismo de Caravaggio y el clasicismo de
los Carracci.
Guido Reni (1575-1642) es el representante del sentimiento de la naturaleza. Ello puede
dominarse como la representación de la realidad de forma más subjetiva y
creativa. Este personaje nace y muere en Bolonia formándose en la academia de
los Carracci. En él el ambiente piadoso de Bolonia influirá sobremanera.
Viajará a Roma donde el impacto fue tal que consideró que su estilo debía ser
riguroso. Debía buscar el término medio fundiendo la tendencia clasicista de
los Carracci y el naturalismo tenebrista de Caravaggio. Entre sus caracteres
más destacados señalamos:
1. Composiciones que por la distribución de las figuras
recuerda a Rafael.
2. Cuerpos idealizados. Carácter escultórico y
potente como Miguel Ángel. No obstante en las obras de tema mitológico suele
estilizarlos. Maestro en representar lo monumental inmóvil.
3.
Perspectivas simples y nada espectaculares.
4. Pinceladas de blanco típicas de Tiziano
además de la yuxtaposición de los colores del norte de Italia.
5. Rostros que recuerdan a las teste divine. En ellos se aprecia el llamado sentimiento del
corazón.
Crucifixión de San Pedro
Del año 1604, este encargo para la Iglesia de
San Pedro de las Cuatro Fuentes fue tan apreciado que en 1796-1797 llega el
comisario de Napoleón y se lo lleva a Francia, siendo recuperado por Cánova en
1802 y llevado a la pinacoteca vaticana. Si en algo destaca esta composición es
en la influencia de Rafael. Solamente hay que ver que la distribución de las
figuras sigue el esquema piramidal.
Los sentimientos que muestra el mártir
también resultan comentables. Su gesto comparado con la obra de Caravaggio es
de redención. Si nos fijamos parece estar aceptando su destino sabiendo que con
la muerte se encontrará más cerca de Dios. Aquí se aprecia la influencia que le
ambiente de Bolonia, piadoso, y del que él fue muy partícipe, tuvo en este
artista. La anatomía de San Pedro está idealizada, recordando a Miguel Ángel aun
siendo un personaje mayor.
Sobre los colores debemos de hablar de la
yuxtaposición y las pinceladas de blanco de algunas zonas. La atmósfera está de
acuerdo con el momento y recuerda a Caravaggio por su tenebrismo. Los otros
personajes son tres hombres que lo crucifican. Curiosamente toma la disposición
de las tres gracias realizando un ensayo del cuerpo masculino. La perspectiva
es simple y solamente se abre cuando el mártir extiende sus brazos.
Atalanta e Hipómene, 1618-9.
Se representa un tema mitológico. Atalante
era una muchacha libre que intentaba por todos los medios no casarse. Sus
padres le obligaban a ello y ella urdió un concurso para encontrar
pretendiente. Si el pretendiente le ganaba en una carrera se casaría con él. Si
no era así el infeliz moriría. Hipómene, personaje astuto, pidió ayuda a Atenea
para que le ayudara a ganar. Ésta le dio tres manzanas y le dijo que las fuera
arrojando. Haciendo eso obligaba a Atalante a pararse para cogerlas. Esas
manzanas eran de oro. Atalante perdió y se casó con él.
Como es típico del barroco se representa el
momento de mayor tensión, cuando se está en plena carrera y se arroja la
manzana. Destaca para empezar la ambientación, oscura como pocas. Los cuerpos
son idealizados pero estilizados, típicos de este autor. Crea además un
equilibrio simétrico gracias a las diagonales que hacen las piernas de los personajes
al cruzarse. Las cabezas son netamente clásicas.
El movimiento de la composición se consigue
con los velos. Los colores lo componen una gama de grises, blancos, azules y
rojos. Parece ser una alegoría de la codicia y una crítica descarnada de la
mujer.
Hubo
un filósofo importante francés llamado Pascal, que habla de nosotros como “una
caña al viento”, que la naturaleza no puede comer en cualquier momento, lo
insignificante que somos. Cuando ve los cuadros de Guido Reni dice que en ellos
se puede apreciar esta idea, “sentimiento de corazón”, a través de carencias
sensitivas muy armónicas, transparencias, veladuras de colores basadas en
escalas de grises, actitudes patéticas y teatrales… se puede decir que anticipa
las exageraciones barrocas.
Domenichino nace en
Bolonia y muere en Nápoles. Es un personaje menos sensible y subjetivo que
Guido Reni representando la corriente más teórica de la academia. Por ello en
él podemos hablar de:
1. Visión más restringida siendo su modelo Rafael, siempre idealizado.
2.
Composiciones traducidas en ideales de
belleza clásica
3. Nunca debe acudirse a Miguel Ángel ya que las
composiciones deben ser equilibradas y no llenas de tensión.
4. Gusto por los paisajes.
San Jerónimo en el paisaje, 1610.
En esta composición el protagonista es el
paisaje. Recuerda claramente a una obra parecida de su maestro Annibale
Carracci. Parece ser que representa a San Jerónimo acompañado del león símbolo
del eremita. El modelo de la composición parece ser una xilografía de Tiziano.
El paisaje tiene atmósfera y recuerda a las
obras de los artistas del norte de
Italia.
Pala Baglioni
Es su verdadera obra maestra. El tema que se
nos presenta está tomado del libro V de la Eneida. Cuenta este capítulo que
habiendo llegado a la isla de las ninfas Eneas y los suyos deciden jugar a un
juego: atravesar con una flecha a un señuelo que dejarán suelto. Este tema es
reinterpretado por nuestro artista tomando como protagonista a Diana y a sus
ninfas en el bosque. Solamente viendo la actitud de Diana sabemos quién va
ganando. El señuelo ha caído muerto atravesado por la flecha de la diosa
mientras otras pasaban cerca o se quedaban clavadas en un tronco de árbol.
Destaca la atmósfera de fiesta que se
respira. El aire pesa y se obtiene una obra agradable a la vista gracias al uso
del color, siempre claro, de carácter líquido, que influirá en otros artistas
como Poussin. El
paisaje comienza a gozar de un protagonismo propio, con gran atención a los
efectos de luz y brillo del agua en la atmósfera, tal y como se ocuparán de
desarrollar en la propia Roma los franceses Poussin y Claudio de Lorena. Las
ninfas son todas hermosas doncellas, semidesnudas pero pertrechadas con los
arcos y flechas de la caza. Los perros quieren saltar para recoger la presa,
mientras el resto de las muchachas se solaza en el baño. Ese personaje que con
toda su fuerza intenta sujetar a los perros tiene la misma postura y los mismos
brazos que le personaje que soporta pesadamente el cuerpo de Cristo en la obra
del entierro de Cristo de Rafael.
Se
juega con la perspectiva, profunda y se hace un homenaje a Massaccio pues en la
parte de atrás se representa de forma muy similar a como él lo hizo la
expansión de Adán y Eva del paraíso.
Manme Romero.
Fuentes
consultadas:
- PACCIAROTTI, Giuseppe: “La pintura barroca en Italia”
- G.P. Emilio: “Arte Barroco”; Universidad de Sevilla
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