Tenemos
unas novedades que acabarán configurando las características de la escultura
gótica. Se va a asentar sobre las innovaciones que han potenciado el estilo del
1200 y lo que había determinado el comienzo de la liberación de la escultura
con relación a la arquitectura. Pero también nos encontraremos que
paralelamente a la construcción de las catedrales con un cambio importante por
los textos de los franciscanos contemporáneos, y por una necesidad de
establecer un rigor científico, y también por una estilización de los modelos
del 1200 que terminará marcando unas modas distintas debido al cambio de la
sociedad en época de San Luis; esto hace que se separe por completo del período
del 1200, encontrándonos con un lenguaje y una expresión tanto en escultura
como en el resto de las artes figurativas que continuarán de forma recurrente
en otras regiones prácticamente en toda la primera mitad de esta centuria
(s.XIII).
Nos
vamos a encontrar un texto que marca sobre todo un campo de experimentación por
parte de los artistas: el observar la naturaleza de la forma más amplia, y a su
vez en profundidad y rigor científico.
Roger
Bacon en su obra “Opus Magnum” es el
que marca el análisis de la naturaleza con palabras mayúsculas, pues para él
supone un cúmulo de experiencias que será la base de todo conocimiento. Esto
obliga a realizar una serie de ejercicios que terminan desarrollando un estudio
sistemático de todos los seres vivos y lo que rodea el entorno del hombre.
Esta
vuelta al estudio sistemático de la naturaleza como experiencia, se puede
observar también en otros textos contemporáneos; en los bestiarios la
representación de los animales no será algo estereotipado, sino que va a tender
a representarlo con veracidad.
Se están marcando las líneas de pensamiento
no sólo del artista, sino del mandatario que encarga la obra.
Veremos sonrisas e incluso rostros que
presenten caracteres casi grotescos, como que abran desmesuradamente las bocas.
Tenemos el ángel de la Anunciación de la
fachada occidental de Reims, sobre 1255-1260.
Ahora tenemos el nuevo concepto de la idea
de corte, el arte real, de esas modas principescas que son las que terminan
organizando el ideal cortés, caracterizada en la elegancia estilística de las
figuras, y que inunda tanto las manifestaciones de escultura, miniatura,
orfebrería… del arte de la época de San Luis.
Se realizan distintas formas de expresión
de un mismo tema; una de las devociones más importantes es la de San Martín
partiendo la capa; se representará a San Martín como un ideal de la cristiandad
y también como un caballero.
Las Vírgenes sabias de la puerta del
paraíso de la Catedral de Magdeburgo (h.1250-1270) también son
estilizadas, y se mueven acompasadas con las mismas ropas que llevan, a la
moda, ropas drapeadas con colores intensos potenciados por los bordados en
dorado, con unos casquetes muy elaborados. Esta ropa que deja la forma ancha en
la parte del talle permite desbordar la falda por completo y acompasarla
marcando toda una serie de paños que son los que terminan desarrollando al
exterior el movimiento de la figura. Tenemos una especie de contraposto
determinado por el arrastre de los paños.
Los ciclos de escultura de este momento
tienen una importancia clave en el desarrollo de lo que es toda la escultura
monumental a lo largo de la Edad Media. El volumen de catedrales construidas a
partir de 1190 y la voluntad de traducir en un pasto escultórico todo el
programa hace que estemos en un amplio desarrollo de la escultura monumental.
Por ejemplo la Catedral de Chartres llega a
tener un número de 25 esculturas. No todo se hace en un mismo momento ni todas
las esculturas obedecen a todos los conjuntos a la misma voluntad.
Si hubiera que decir genéricamente cual es
el tema iconográfico que domina en las fachadas de estas catedrales góticas,
sería el de la iglesia triunfante, que se presenta en los distintos portales de
las catedrales góticas, mostrando a sus apóstoles y santos al servicio de la
caballería cristiana, del rey, y entonces desarrollando distintas portadas en
una misma fachada, cuyo mensaje es independiente, pero su ideal completo de
iglesia triunfante (París, Chartres, Laón, Reims…) se entiende viendo el
sistema de las tres portadas.
El sistema habitual de trabajo es encargar
para realizar en un período de tiempo ajustado (1-2 años) un grupo de
esculturas que técnicamente tengan las mismas características, como por ejemplo
las esculturas de las jambas. Entonces se organizan en unas fachadas poco a
poco todas las esculturas de las jambas de los tres portales.
También se realiza primero un tímpano y
después otro (y después el último) con lo cual podemos encontrar que al
establecer los encargos empiecen por las jambas, o bien hacer un tímpano y
después cada jamba correspondiente. Una vez hecho esto se completa el siguiente
cuerpo.
En el transepto sur de Chartres nos
encontramos con tres portales. Las fachadas sur y norte tienen una orientación
distinta en el contexto urbano.
La fachada de Santa Ana enlaza más con el
ideal mariano y con la llegada de las reliquias a Chartres, lo cual motiva su
aparición en el porche del pórtico norte.
En la fachada sur tenemos a ese salvador
que vence al dragón estará flanqueado por dos reyes: Luis IX y el Conde de
Blois.
En la fachada de Santa Ana tendremos un
mayor predominio de Santos con la Virgen.
En las jambas aparece todo un apostolado,
cuyos paños recuerdan todavía algunos elementos de la primera fachada, y donde
podremos encontrar en las jambas opuestas a San Miguel salvando las almas.
Muestran una comunicación entre ellos que les hacen girarse entre sí. Incluso
se tallan las dentaduras.
En el tímpano de la fachada sur de Chartres
vemos representado el Juicio Final, donde tenemos al Salvador con la Virgen y
San Juan. Parece una forma naturalista en la forma de concebir los paños. Vemos
unos ángeles oferentes a ambos lados del tímpano.
En las arquivoltas tenemos una serie de
figuras, un triple ciclo iconográfico de ángeles, los reyes de Judá y una serie
de santos con libros.
Abajo (en el dintel) tenemos una
diferenciación entre los salvados y los condenados, separados del mundo
celestial por una especie de cielo sostenido por unos ángeles.
En París el tema se hace más
complejo, pues la temática es la iglesia triunfante también a través del juicio
final, que tiene en las jambas a los apóstoles, y en los contrafuertes a la
iglesia y la sinagoga.
En el pórtico sur tenemos la fachada de
Santa Ana y en el norte tenemos la Asunción de la Virgen.
Es una lectura más allá de la mera
interpretación de la iconografía representada en las portadas inferiores. Por
encima de las portadas tenemos una galería de reyes, que fue decapitada en la
Revolución Francesa, y cuya interpretación original es que eran los reyes de
Francia, y en concreto a toda la genealogía de los Capetos.
Sin embargo, toda la aparición de una serie
de cabezas sobre 1970 ha llevado a observar una interpretación distinta: a
finales del siglo XII las victorias que lleva a cabo el monarca hacen que
quiera mostrar públicamente una vinculación de su dinastía con las genealogías
de los reyes de Judá. Habitualmente y desde los años 70 esta galería de reyes
tiene una doble interpretación: por un lado una alusión directa a los reyes de
Judá, y por otro una vinculación con la dinastía de los Capetos, que son
ungidos para legitimar la propia genealogía de los reyes.
Encima tenemos a la Virgen con Adán (a la
derecha) y una escultura de Eva que desapareció. La escultura de Adán estuvo en
un museo donde fue restaurada en el siglo XIX.
La lectura completa de la fachada asocia la
iglesia universal con la iglesia parisina. Esta forma de hacer convivir e
incardinar la iglesia universal con la local aparecerá ya en la Catedral de
Amiens.
Se pretende ligar el antiguo edificio con
el nuevo. Para incardinar el antiguo templo con el programa iconográfico, en
los contrarrestos exteriores tenemos a San Dionisio (primer obispo de París) y
a San Esteban (titulación originaria de la antigua Catedral de París). Se
cierra el programa con la galería de reyes.
Las jambas es cierto que con más planas de
las vistas anteriormente.
En la portada de la Asunción de la
Virgen (seguimos en París), vemos en el centro la Dormición y arriba la
coronación, mientras que abajo tenemos los reyes de Judá, y en las jambas
tenemos profetas y santos confesores; debajo de los santos tenemos la
representación del calendario y de la vida de los santos en relieves.
En las arquivoltas tenemos la misma triple
iconografía.
En la portada de Santa Ana lo que
aparece es la representación de escenas con relación de la vida de la Virgen, y
en el parteluz nuevamente a San Dionisio y una serie de santos de la iglesia
local.
Las cabezas de los reyes son rostros
que a su vez representan unos rostros que concretizan los rostros de las
figuras de este momento. Vemos que podemos encuadrar la figura en un cuadrado o
círculo y proporcionar por completo el tamaño de la frente y boca y ubicarlo
todo en una serie de figuras geométricas que encontramos perfectamente
dibujadas en el álbum de Villard d’Honnecourt. Hay una proporción equitativa
que marca también la distancia entre las orejas.
En la Catedral de Amiens, el
programa desarrollado en París queda concretizado antes de empezar la
construcción. Vemos la galería de reyes enmarcada delante del gran rosetón. Hay
una galería calada que da profundidad y moderniza el modelo que vimos en París.
Aquí si se encontraron restos de
policromía. Vemos la profundidad y la forma de avanzar los contrarrestos al
interior. El tratamiento de los zodíacos ocupan las partes bajas.
Tenemos en el centro la representación del
Juicio Final, y al lado izquierdo a San Fermín y a la derecha la Virgen.
Los apóstoles siguen debajo del Juicio
Final. Lo que sí destaca es su tratamiento naturalista, tanto en la vegetación
del interior tanto en el grupo de los condenados, que son esculturas exentas
del fondo con un claro avance respecto a los tratamientos anteriores.
Los apóstoles tienen los pies inestables,
no están posicionados completamente en las bases.
En el tímpano de San Fermín tenemos
distintas escenas enmarcadas en arquitectura, y el santo en el parteluz
acompañado por una serie de santos confesores.
Tenemos la “Virgen de la sonrisa”, o
del pilar de Amiens.
Manme Romero.
Fuentes consultadas:
- MILONE, Antonio y D’AMBROSIO, La Polo: “Medievo”
- L.P. Teresa: “Arte de la Baja Edad Media”;
Universidad de Sevilla.
(*) Nota: las imágenes
fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus
respectivos dueños.
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