Hablaremos del
escultor más representativo del siglo XIX: Auguste Rodin. Nació en 1840 y muere en 1917. Muere y aún no había
acabado la I Guerra Mundial.
Rodin era de familia
muy humilde, y un hombre que no quería honores ni méritos, sólo que lo
consideraran. Rodin rompió con todo lo anterior, y por eso fue un poco
manipulado por la crítica. Rodin demostró que tenía talento y que tenía
fecundidad, pues era muy trabajador, y leía mucho, era muy culto. Estudió en la
Escuela de Artes Decorativas, pues no pudo ir a la Escuela de Bellas Artes.
Estudió en el taller de Barye, el escultor de los animales.
Rodin era un antiacadémico,
sin embargo, viajó a Italia, donde se acuñó su carácter artístico. Conoció la Divina Comedia, y muchísimas obras
de artistas italianos. Pero además aprendió el sentimiento, que lo va a aplicar
a un objetivo que es el denominador común: la figura humana, la persona; es lo
mismo que hicieron Donatello y Miguel Ángel, ver a la persona de dentro a
afuera.
Era de una facilidad
técnica admirable, una mirada rápida. Y hay en él una serie de conceptos
fundamentales:
El objetivo es el
cuerpo humano, pero con su movimiento en cada circunstancia. También hay un
elemento clave en la obra de Rodin: la luz.
Todas estas
circunstancias son admirables, como lo es también el non finito, para
que el espectador influyera en la obra.
Además de no terminar
las obras, muchas de ellas las deja con una superficie rugosa, para que la luz
interfiera en ella, y diera una impresión (1884 exposición de los
impresionistas en París).
Se podría establecer un criterio docente que fuera
simultáneo, pero sería complicado. Por ello se toma como referencia el
paralelo, la sincronía. No se entendería la obra de Coubert sin la obra de Rodin. Es la que crea el ambiente en el que
trabajan estos artistas. Hay artistas que están conformados con el ambiente,
que crean una forma de expresión. La obra de Rodin crea lo que es la obra de
arte, que es cuando se da el equilibrio entre la forma y el contenido. Hecho
con una estética importante. Cuando le falta alguna de los dos, no es una obra
de arte; puede ser cualquier otro artificio.
Lo vamos a ver de manera diacrónica, pero antes
cabe citar una frase textual de Rodin dijo: “Admito que el artista no ve la naturaleza como el vulgo porque su
emoción le revela las verdades interiores bajo las apariencias. El único
principio del arte es copiar lo que se ve. No hay recetas para embellecer la
naturaleza, sólo se trata de ver (mirar, que es más trascendental)”.
Estamos hablando de dos aspectos fundamentales; la
naturaleza y mirar, por tanto es la interpretación que uno hace de esa naturaleza. En su tiempo el copiar se
hacía porque en la época se llevaba
mucho el hacer copias de obras maestras. Incluso interpreta al monumento de
manera distinta a como se realizaba en el momento. En cualquier caso, hay que
recoger que Julián Gállego llega a reconocer que Rodin representa todas las
tendencias del arte contemporáneo, como es por supuesto el impresionismo, el
expresionismo, el simbolismo, el modernismo, el primitivismo, el futurismo y e
incluso una corriente estética que cultivan algunos escultores con dos términos
que vienen a ser parecidos (el helenismo y el mediterranismo).
La técnica que usa Rodin es la fundición de metal
usando el procedimiento tradicional del yeso, es decir, hacer el molde de yeso
y pasarlo a la fundición. En algún momento Rodin causó escándalo, pues llegó a
veces a sacar el molde del mismo cuerpo. Su vida no es convencional. Se rompe
el carácter social de los artistas.
Y ahora daremos unas nociones básicas sobre algunas
de sus obras, quizás las más representativas.
“Las puertas del infierno”.
Este fue un encargo de la escuela de artes
decorativas de París. Rodin pensó en qué podía realizar. Al final no terminó en
la escuela de artes decorativas, pues la obra era tan importante que tenía que
albergarse en un museo, como es el caso de Philadelphia. La obra se hizo en
1880 aunque duró bastante tiempo por diversas razones. Observamos el completo
de la obra. Es una obra extraordinaria por el profundo conocimiento del relieve
y de los esquemas decorativos. Esta obra está ajena al mundo que vive Rodin.
Hay una serie de obras especialmente el que vamos a ver, sobre todo el relieve
de la parte superior que se inspira en el infierno de Dante.
“El pensador de Rodin”.
Se hicieron varias versiones. Se ha dicho que es el
propio escultor que está pensando la sociedad de su tiempo y hay quien dice que
es el retrato de Dante, que mira hacia el Hades, es decir, el infierno. Está
mirado a los condenados y reflexionando sobre el final de esos condenados y por
qué han llegado a ese sitio siniestro.
Hay un precedente interesante que es el famoso
Hugolino de Carport, que es el autor del grupo de la danza que hay delante de
la ópera de París. Parece un atleta griego, broncíneo.
“Los ciudadanos de Calais”. 1884- 86.
Se quiere representar muchas cosas. Es una
alegoría, es decir, una representación en la que hay símbolos y presencia humana.
Es un pasaje de la Edad Media, muy tremenda, la guerra de los 100 años entre
Francia e Inglaterra. La ciudad de Calais era una plaza fuerte muy importante y
a Inglaterra le interesaba dominarla. El rey Eduardo III pidió que fuera
capitulada y que además sufrieran la vergüenza, a través de unos ciudadanos
avergonzados. Lo desnudo y lo rapado eran los símbolos más bajos. Tuvieron que
ir a entregar las llaves al rey de esta manera. Es la alegoría del valor
humano, del sufrimiento, de la honra, etc.
En el museo de Rodin de París se encuentra la
versión original. Delante del parlamento de Londres hay una copia
extraordinaria, como si fuese la consciencia de los ingleses un poco
atormentada, de lo que no debían hacer. Es un monumento a ras del suelo, se puede
dialogar con las figuras. Aquí está la historia de la escultura.
Claus Sluter era el precedente de esta escultura de
figuras cortitas. Rodin usó mucho como buen mediterráneo las manos. Los
personajes gesticulan mucho. Junto con el rostro, son la parte más expresiva
del cuerpo humano. Él usaba la técnica rugosa y el non finito. Es una obra singularísima de la que él hizo algunos
bocetos. Debió de conocer al Greco. Alargamiento de la figura. “No hay peor cosa que ser enano”,
decía el Greco.
“Danaide”. 1885.
Hija del rey Danao de Argos. Le saca a la
superficie un sentido extraordinario. Es lo que sería una escultura que sale de
la propia masa escultórica. En cierto modo es un cubista, porque sintetiza las
inquietudes del arte contemporáneo.
“El beso”.
Sentido iconológico, iconográfico. Lo importante es
como saca a las figuras del bloque, como si fuera Miguel Ángel. Parece un
altísimo relieve la parte inferior sobre todo. Modela lo que es el bloque.
Magnífico manierista contemporáneo. Se le decía que era un chapucero porque lo
que pretende dar es la idea, no le interesa la belleza, lo académico. El brazo
del muchacho es huesudo, pero es muy expresivo. La mano acaricia el cuerpo
femenino.
Manme Romero.
Fuentes consultadas:
- P.C. Gerardo: "Arte del Siglo XIX"; Universidad de Sevilla.
(*) Nota: las imágenes fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus respectivos dueños.
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