Hola
a todos y todas.
Hoy
os traigo un post diferente, en este caso sobre imaginería del siglo XVII en
España, de la mano de Gregorio Fernández.
En
este período asistimos a otro siglo de oro en la escultura, prolongación del
gran nivel que alcanzó en el siglo XVI.
Ahora,
el gran centro de encargo de los artistas sigue siendo la Iglesia. El siglo
XVII es el siglo de oro de la imaginería procesional.
Hay
que tener en cuenta también el gran número de canonizaciones, por ejemplo Santa
Teresa de Jesús, San Fernando, San Isidro Labrados, San Francisco de Borja…
Fuera
del marco de la iglesia veremos una escultura civil en menor nivel desde el
punto de vista cuantitativo; las plazas se decorarán con estatuas de reyes.
En
cuanto a materiales, siguiendo la estela del siglo XVI, destacará la escultura
en madera estofada y policromada. El tipo de madera será en función de los
bosques de cada región, pero sobre todo el pino y ciprés.
También
veremos esculturas en piedra, como las que realizará José de Arce en la Cartuja
de Jerez.
También
encontraremos la terracota, donde destacará Luisa Roldán, más conocida como “La
Roldana”.
El
bronce se utilizará en círculos más cortesanos, como en estatuas ecuestres.
A
nivel nacional, las principales escuelas estarán en Castilla y Andalucía. En
Castilla la capitalidad artística estará en Valladolid. Durante un lustro la
capital de España estará en Valladolid.
Si
comparamos la imaginería de Andalucía con la de Castilla veremos diferencias
sensibles:
En
Andalucía los discípulos rivalizaron con sus maestros, mientras que en Castilla
el nivel medio es muy mediocre, de entre los que destacan Gregorio Fernández.
Es
un artista gallego que se establece en Valladolid y vive en el primer tercio
del siglo XVII. Es contemporáneo de Martínez Montañés y comparten la estética
protobarroca.
Cuando
este artista se establece en Valladolid, las imágenes procesionales que había
eran de Francisco del Rincón, por eso derivarán de este autor sus obras.
Es
normal que los escultores cuenten con un pintor para dar más realismo a las
figuras. Diego Valentín Díaz es el que asiduamente hacía la encarnadura y
pinturas a las esculturas de Gregorio Fernández.
También
sigue la estela de Juan de Juni, incluso reside en la misma casa donde vivió
Juni, conociendo a sus hijos y nietos. Asimilará sobre todo el modelo
iconográfico de Cristo yacente.
Todavía
vive Pompeyo Leoni, cuyo academicismo de estética clásica influirá en Gregorio
Fernández.
Este
artista será escultor e imaginero, no se dedicará a los retablos.
Tendrá
presente los grabados, que se inspiran en Juan de Jáuregui y Durero.
Hablaremos
de algunas de sus obras (no todas), para ilustrar el contenido.
"Cristo atado a la
columna"
La
mayor parte de las obras de Gregorio Fernández están realizadas en 1610-20.
Es
un Cristo de la Iglesia de la Vera Cruz, Valladolid. Realizada en 1620.
En
primer lugar observamos el modelo de columna, es un modelo de columna baja. Por
un lado sigue la tradición, y además la columna baja permite no ocultar la
anatomía de Cristo.
Los
historiadores del arte suelen etiquetar con una serie de nombres: se dice que
Gregorio Fernández es el Praxíteles Castellano o Zurbarán. Se dice que tiene
unos rasgos arcaizantes, tomados de la pintura gótico-flamenca.
Gregorio
Fernández suele tallar en bloques de madera.
Desafía
la ley de la frontalidad y la simetría, pues el rostro está girado a la derecha
y las manos a la izquierda.
"Ecce Homo" (“He aquí el hombre”)
Hace
un estudio del natural. Esta talla procede de San Nicolás de Valladolid, hoy en
un museo diocesano.
Se
ha inspirado en una estampa de Cornelius de Orto.
Apoya
su cuerpo sobre la pierna derecha.
Vemos
el sudario (tela encolada que cubre la desnudez de Cristo).
La
cabeza nuevamente girada a la derecha, y las manos atadas se desplazan
ligeramente hacia su hombro izquierdo.
Es
una obra muy clásica en composición.
Los
ojos serán pintados o bien de cristal.
"Camino del Calvario"
Uno
de los primeros pasos procesionales. En torno a 1614.
Gregorio
Fernández utiliza anacronismos, por ejemplo un trompeta vestido del siglo XVI.
Cristo
tiene una cuerda al cuello mientras lleva la cruz a cuestas. La imagen del
Nazareno tiene pelo natural.
También
aparece la Verónica, que es un maniquí; aparece vestida con una túnica verde
azulada y el manto dorado por el exterior. Aparece con las manos abiertas.
El
paso (excepto en Semana Santa) se encuentra en el museo, sin lugar al culto.
También
vemos al Cirineo, hombre rudo, de campo. Está erguido, con un tratamiento de la
barba geométrico… es una figura claramente protobarroca, un tanto estática.
"Cristo Yacente"
Iglesia
de los Capuchinos del Pardo.
Este
modelo de Cristo yacente deriva del de Juni. Es un alto relieve, es decir, está
tallado en el mismo bloque que su lecho de muerte.
Es
una figura de Cristo que se hizo para ser colocada sobre la mesa de altar, por
eso está incorporado hacia el plano del espectador, viendo sus extremidades
ligeramente inclinadas, al igual que el rostro.
Tiene
un sudario mínimo, dejando al descubierto el muslo derecho.
Tiene
un ‘rigor mortis’.
Acentúa
el dramatismo con las heridas.
"La Piedad con los
dos ladrones"
En
el museo de Valladolid. 1616.
Vemos
a Dimas (el buen ladrón, normalmente a la derecha de Cristo) y Gesta (mal
ladrón, que da la espalda a Cristo).
La
policromía y encarnadura no es de Gregorio Fernández, es posterior.
La
Virgen está sedente, y con la mano derecha pide explicación al cielo por lo
ocurrido. El Cristo se encuentra en diagonal, como el “Descendimiento” de Roger
Van Der Weyden, por tanto, una postura muy gótica.
"Hdad. ‘Tengo Sed’"
Hablamos
del crucificado: los crucificados de Gregorio Fernández suelen tener cruces
planas (en Andalucía las veremos también cilíndricas), hace Cristos muertos
(aunque en este caso está vivo, mientras que le ofrecen con la punta de la
lanza una esponja con vinagre). Este Cristo tiene los dedos crispados al ser
taladrado. Los sudarios de Gregorio Fernández suelen ser pequeños.
Los
dos personajes en primer plano están jugando a los dados para ver quién se
queda con las ropas de Cristo.
Y
esto es todo. Espero que no os haya resultado demasiado largo y os haya
ilustrado un poco la imaginería del siglo XVII.
Fuentes consultadas:
- MARTÍN GONZÁLEZ, Juan José: "Escultura Barroca en España. 1600-1700"
- F.M. Teodoro: "Arte Español Moderno"; Universidad de Sevilla
(*) Nota: las imágenes fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus respectivos dueños.
(*) Nota: las imágenes fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus respectivos dueños.
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