miércoles, 27 de noviembre de 2013

La construcción de la Catedral de Milán

Bienvenidos y bienvenidas una vez más a mi blog.

Hoy os traigo un post muy interesante, sobre la Catedral de Milán y su inusual construcción.


Italia va a tener un punto de inflexión importante en el desarrollo histórico y cultural en lo que ellos llaman “reunificación”; deberíamos hablar de unificación, pues Italia nunca estuvo unida (territorios independientes, el Vaticano, ducados…). En el siglo XIX se produce la Unificación Italiana, que finalizará con la creación de una monarquía por parte de la familia Saboya, y que crea ciertos conflictos.
Se van desarrollando muchas cosas, entre las que está la ópera italiana (Verdi; se escribía por las esquinas: “Viva V.E.R.D.I.” = Viva Victorio Emanuele Rey de Italia).


Hay una cuestión que empieza a sustentarse en Italia: la arquitectura como documento histórico, la historia está escrita en los edificios, que recogen lo mejor de las glorias nacionales.
Van a trabajar (sobre todo en la zona norte del país) un grupo de arquitectos y artistas interesados en las Bellas Artes, pero también con un interés en la restauración arquitectónica. Son gente interesada en el dibujo, algunos aficionados a la pintura, y sobre todo amantes defensores de las artes industriales y suntuarias; incluso practican este diseño y realización de artes industriales. Manifiestan amor por el arte del pasado, especialmente el medieval. Estudian los monumentos y también reinterpretan los monumentos que les son encomendados. Por parte de las fuerzas políticas existe un acuerdo para que la sociedad empiece a conocer sus monumentos y valorarlos, y que empiece a surgir en ellos una conciencia del respeto y sean valorados.

A partir de la segunda mitad del siglo XIX una serie de autores empiezan a trabajar, intentando que las restauraciones no sean tan fantásticas, poniendo una limitación entre la fantasía, con el estudio del edificio, sabiendo su historia y nos van a ir acotando esos elementos fantásticos que incorporó Viollet-Le-Duc.
Las restauraciones serán individuales, personalizadas.
En esta corriente histórica tendrán en cuenta muchos principios de Ruskin, pero esto también va a delimitar lo que sería la restauración.


 La Catedral de Milán se empieza a construir en estilo gótico en 1386 y no se llegarán a terminar lo que serían las naves ni la fachada.

En 1571 es nombrado obispo San Carlos Borromeo, y lo que hará es encargarle a Pellegrino Tibaldi la conclusión de la catedral; ésta sigue siendo de un estilo gótico final, pero Pellegrino considera el gótico como un estilo extranjero, ya que lo auténticamente italiano sería un estilo de la Roma clásica. Intenta transformar la catedral en un templo romano. Hay un proyecto de fachada para la conclusión de la catedral, que la adecua como si fuese un templo romano: orden gigante de columnas (procede de lo que estaba haciendo Miguel Ángel en San Pedro del Vaticano) y un gran frontón triangular; irá también decorando la fachada con una serie de obeliscos. Este proyecto nunca se llegó a realizar, pero sí que se encontraron los cimientos.

Las obras se paralizan y en 1605 Franceso Maria Richini será el encargado de continuar la fachada. Abrirá las cinco puertas, y ampliará el segundo cuerpo colocándole una serie de ventanas rectangulares.


 El proyecto nuevamente queda paralizado, y será retomado con Buzzi hacia 1643. Se plantea otra solución totalmente distinta: en un edificio que es completamente gótico con una serie de elementos renacentistas, vamos a intentar unificar los dos estilos, ¿cómo? Se unificará toda la catedral en un solo estilo: el gótico. Hará una reinterpretación del gótico pero desde el punto de vista barroco. Va a eliminar las columnas, y en su lugar colocará las pilastras góticas para compartimentar lo que sería la fachada. Va a dejar las cinco puertas de Richini (arquitecto anterior) y las ventanas también.
Por falta de dinero el proyecto vuelve nuevamente a paralizarse.

Habrá otros proyectos en el siglo XVIII, pero no se llegan a realizar. A finales del siglo, aparece un nuevo arquitecto: Soave, que retomará el proyecto de Buzzi y su unidad estilística. Se va a inspirar en el gótico italiano, no el francés. En la fachada va a respetar tanto las puertas como los pilares ya construidos en gótico, y también esas ventanas (asimismo, también respeta el ábside).

A partir del siglo XIX, se da la ocupación francesa por Napoleón; éste quiere dejar sello de su paso y quiere terminar la catedral. Manda a un arquitecto, Pollak, a terminar la fachada, pero el arquitecto muere en 1806. Después de él vienen dos arquitectos más: Giuseppe Zanoia y Carlos Amati. ¿Cómo la terminan? Con esa reinterpretación del gótico y elevando todo lo que existía cuando llegaron. Igualan las ventanas que no estaban construidas, se respeta todo, pero se le da esa fisonomía característica del gótico. Finalmente se coloca una cubierta a dos aguas. Se finaliza en 1809.


Y hasta aquí el post de hoy. Como veis, una construcción muy prolongada que han sufrido muchos edificios. Espero que os haya interesado.




Fuentes consultadas:
- M. Alfredo J.: "Teoría de la Restauración y Conservación"; Universidad de Sevilla.

(*) Nota: las imágenes fueron tomadas de Internet y los derechos de autoría pertenecen a sus respectivos dueños. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario