miércoles, 4 de diciembre de 2013

La retratística en Bernini

Hola a todos y todas.

Hoy os traigo a un genio de los grandes de toda la Historia del Arte, y con él, los retratos que realizó. Espero que os interese.

Gian Lorenzo Bernini es una figura de grandes dimensiones muchas veces catalogado como genio. Aunque resulta un término muy usado bien es cierto que a lo largo de su vida, longeva para la época al vivir 84 años, cultivó todas las artes: la pintura, la escultura y la arquitectura. Fue además urbanista, dotando a Italia de su actual forma, y en sus ratos libres poeta y filósofo.

A lo largo de los diversos estudios se ha querido comparar esta figura a la de otros artistas pero caeríamos en un error. Bernini es único, un homo universalis que dirían los italianos, con una prolífica trayectoria que comenzó a los siete años. Como hombre de su tiempo que era participará de la estética barroca e intentará imprimir en sus obras lo que está dentro del ser humano, el mundo interior, el sueño y el mundo religioso.
De él tenemos declaraciones conservadas porque se casó y sus hijos se encargaron de escribir sobre sus padres. Conservamos además el testimonio del año 1665 cuando Luis XIV le pide a Bernini que se desplazase a Francia para realizar un busto de su persona y unas reformas en Versalles. En ese viaje realizado en carros sabemos que fue ovacionado por todos los territorios por los que iba pasando. La gente le adoraba. Solo Miguel Ángel se puede considerar un personaje que levantara tanta expectativas en su época.
Sobre el lugar de nacimiento sabemos que fue Nápoles. Nápoles recordemos que pertenece al territorio español. Es hijo de Pietro Bernini escultor que le enseñó lo básico sobre los materiales y las técnicas además de instrumentos. El genio era cosa del hijo pues el padre no era nada extraordinario. Bernini nace en 1598 y pasa poco tiempo en Nápoles pues el padre buscando trabajo va a Roma que en ese momento todavía se está recuperando del Saqueo del año 1527.
La Roma que se nos presenta es la de los Papas. Ciertamente el arte se pondrá al servicio de la iglesia. En ese sentido tres Papas serán fundamentales en la vida de Bernini: Urbano VIII, Inocencio X y Alejandro VII. Esos Papas en el intento de recuperar el antiguo prestigio de Roma dirigen todos los aspectos, tanto religiosos como políticos. Se encargan de abastecer a la población de víveres. En este sentido las fuentes serán fundamentales para abastecer a la población del agua. Ello explica que Bernini hiciese tantas. No obstante cuando él llega en 1605 la escultura que predominaba era la tumba de grandes dimensiones concebida como altar.
Bernini va a entender la escultura desde una serie de máximas:

    1.    La escultura es volumétrica, un arte vivo en el tiempo, y como tal puede rodearse, haciendo partícipe al receptor de lo que está observando.
   2.    Busca representar la realidad de las expresiones y situaciones que plantean sus obras. La problemática de lo real y su representación se dará en todas las artes.
  3.    Trabaja el mármol blanco de Carrara desde los siete años. Material único. Obras monocromas y brillantes.
    4.    Logra la volumetría a través de los juegos de luces y sombras. La imagen depende del ambiente y de la luz. Puede aplicar la rugosidad a las figuras para dotarlas de movimiento (juega con las texturas provocando la sensación y blandura).
   5.    Representa la obra en el momento en que ésta cobra su sentido. Se elige el punto más dramático para explotar sus capacidades gestuales.

Empezamos ahora a hablar de algunos de los retratos realizados por Bernini, hablaremos de los más famosos para no alargar demasiado el post.

"Busto di Paolo V, 1620"

Otro aspecto típico del Barroco y que Bernini va a trabajar desde sus comienzos es la captación de los sentimientos a través de retratos de medio cuerpo, en busto, siguiendo la tipología antigua. En este caso aparece el implacable Paolo V, perseguidor entre otros de Caravaggio.
Montado sobre soporte ricamente ornamentado y tallado se presenta al Papa con una camisa interior con roquete central. Da la sensación de ser flexible apreciándose la textura en esa representación de lo real que tanto se busca. Encima una casulla bordada con los temas de San Pedro y San Pablo con un broche en cabujón.
Típicas de sus primeras manifestaciones es la mirada perdida de sus obras, es decir, no aparece la mirada profunda, pues los globos oculares están sin labrar. Posiblemente lo hiciese así por respeto al Papa. No debía representarlo con una mirada fugaz. Aquí curiosamente se dota de más vivacidad al personaje al no ser un Papa. Su bigote no está uniformemente rasurado.

"Busto Gregorio XV Ludovisi, 1621-3"

Retrato de busto prolongado que representa a Gregorio XV, Papa del momento. Sigue la tipología ya comentada de Bernini. Resulta interesante señalar ese gusto por las diferentes texturas que se consigue con la ropa, pues ciertamente la camisa interior del pontífice se muestra plisada y rugosa al contacto con la carne. Repite el modelo de Paolo V, por lo que no podría faltar la toga papal de pesadas telas, el broche en cabujón y el bordado exquisito donde se representa a San Pedro y a San Pablo, padres de la iglesia. El rostro que se nos presenta es el de una autoridad bondadosa.

"Busto de Scipione Borghese, 1632"

Realizó dos bustos para este Papa, ya que el primero no terminó de convencer al artista y decidió desecharlo, aunque afortunadamente también se conserva.
Se muestra al Papa como es costumbre, con túnica y birrete. Lo más destacable de esta representación es la vivacidad del personaje: unas pupilas perfectamente detalladas y unos labios que parecen abrirse para articular palabra. Aquí Bernini supera todas las barreras, llevando a cabo un retrato también psicológico del personaje.
Para mí, el mejor retrato de este artista.

"Busto de Constanza Bonarelli, 1636-8"

Se encuentra en Florencia. Busto de una amante de Bernini que ejemplifica la vitalidad y la flexibilidad en el tratamiento de la retratística, pues realiza obras a personajes de alta condición y de más bajo nivel social. Ejemplifica el método de trabajar de Bernini en los retratos: pensaba que el modelo debía estar en constante movimiento delante de él para captar su vitalidad en forma de gestos únicos. Introduce por ello un retrato personal e íntimo con el tratamiento del mármol ya reconocido con un peinado sencillo e informal de pelo suelto en la nuca.

"Busto de Inocencio X"

Realizó para él un busto retrato con los caracteres ya conocidos, con ese gusto de representar la dignidad del retratado. Se nos presenta como un hombre astuto.

"Busto de Luis XIV, 1665"

Esta escultura pertenece al período que Bernini pasa en Francia, pues es llamado por Luis XVI para que le dé su opinión sobre el nuevo proyecto del Louvre. Cuando llega, tras una serie de avatares se produce La Fonda. Ese acontecimiento provoca que Luis XVI tenga que huir a Versalles, gran palacio que sigue el modelo de urbanismo francés en el cuál las obras tenían que responder a una colocación que diese comodidad al rey sol.
Ejecuta el retrato de Luis XIV suponiendo ya el fin en la problemática del busto, que venía arrastrando hasta este momento, ya que no sabía hasta qué punto realizar el retrato, dónde cortar. Se presenta con aire altivo y peluca.

Y hasta aquí el post de hoy. Como veis Bernini es un escultor muy prolífico, pero pronto volveremos a hablar de él, sobre todo de sus obras en El Vaticano.

Espero que os haya interesado.



Fuentes consultadas:
- VV.AA.: “El barroco”
- WITTKOWER, Rudolf: “Gian Lorenzo Bernini”
- G.P. Emilio: “Arte Barroco”; Universidad de Sevilla

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