lunes, 30 de diciembre de 2013

'Si Creta le dio la vida, Toledo los pinceles': Doménikos Theotokópoulos, El Greco



El marco cronológico es 1541-1614. Doménikos Theotokópoulos, considerado como uno de los grandes pintores, fue un artista de maduración lenta.
En su vida y obra van a transcurrir en tres ámbitos, pero será en su etapa final en Toledo cuando se considere artista de primera fila.
Nació en la isla de Creta, en la ciudad hoy llamada Herakleion. Se dedicaba a pintar iconos bizantinos.
Cuando tiene unos 25 años se traslada a Italia, donde estará 10 años. Irá a Venecia, donde le llegará la obra de Tiziano y Tintoretto, especialmente sus luces y colores. Después irá a Roma, donde conocerá la obra de Miguel Ángel, Rafael, y contactará con un pintor miniaturista, Giulio Clovio, y también conocerá a Luis del Castillo, hijo del deán de la Catedral de Toledo, el cual le invitará a irse a España. También conocerá la obra de Correggio.

En 1567 viene a España, y aspirará a ser pintor de Felipe II, pero queda fuera. Será Toledo la ciudad que le abre las puertas, donde pasará el resto de su vida y donde se va a consagrar.
Por un lado tiene su formación gótica-bizantina, por otro lado el manierismo tras la influencia de Miguel Ángel, Tiziano y Tintoretto, y la espiritualidad de Toledo le permitirá crear formas distintas del resto de los pintores.
Es el pintor extranjero más importante del siglo XVI.


Otro aspecto que podemos encontrar es que será precursor de movimientos contemporáneos como el impresionismo, post-impresionismo, cubismo y de los fauvistas.
Su obra irá avanzando a un alargamiento y desmaterialización de las figuras.
Finalmente diremos que El Greco fue hombre de culto, tenía una excelente biblioteca, donde anotaba detalles en los márgenes de los libros.
Según Pacheco estaba escribiendo dos tratados (uno sobre pintura y otro sobre arquitectura) que nunca llegó a publicar.

Expulsión de los Mercaderes del Templo (h. 1600)

Actualmente en Washington. Pintada al temple sobre tabla. Es un tema sobre el que realizará varias versiones, pero el contexto sobre el que realizará estas pinturas será la Contrarreforma.
Es una síntesis de distintas influencias del artista, es un cuadro manierista.
Por un lado, el tema está tomado de Miguel Ángel; la composición de las figuras en el espacio viene de Rafael (Estancias del Vaticano).
La figura de Cristo que está en el centro de la composición viene de Tiziano; y los escorzos de las figuras están tomados de Tintoretto.
Hay presente en el cuadro el grupo del Laocoonte.
Encontramos una escena arquitectónica donde se vislumbra el color de la escuela veneciana.
En el museo de Mineápolis hay un cuadro idéntico excepto porque en la esquina derecha inferior hay una galería de retratos. Personas a las que por amistad o por el impacto que le ha resultado sus cuadros aparecen aquí: Miguel Ángel, Tiziano, Giulio Clovio y Rafaello Sanzio.

La Adoración del nombre de Jesús o La Santa Alianza (h.1590)

Pinta esta obra cuando ya estaba en España.
Se le encarga para el Escorial. Es común que aparezca el rompimiento de gloria.
En la parte inferior aparece la Santa Alianza, mientras que en la superior aparece la adoración del nombre de Jesús.
En la parte superior vemos entre nubes un cortejo de ángeles que adoran el anagrama de Jesucristo (“Jesús Hombre Salvador”). Nos llama la atención los escorzos de los ángeles, y que las nubes del Greco son poco etéreas, son muy densas y espesas.
En el grupo de la Santa Alianza vemos a Felipe II vestido de negro, el pontífice Pío V, y en el centro de la composición vemos a Don Juan de Austria medio desnudo y con una capa, aparece heroizado y entorno a él aparecen figuras de reyes que lo alaban.
A la derecha vemos unas fauces abiertas a modo de ballena que representa al infierno.

Expolio de Cristo (1577-79)

Momento en que Cristo es despojado de sus vestiduras.
Realizado para el Escorial por encargo, para la sacristía.  El cuadro tiene casi 3m de alto.
A pesar de que el tema viene de Durero, y es una composición planista, el artista ha conseguido dar profundidad.
Nos llama la atención los sombreados.
Hay un personaje que mira al espectador. Hay una serie de diagonales marcadas.
A la Inquisición no le pareció oportuno presentar a la Virgen María, porque se supone que no estuvo en ese momento. También tenía anacronismo.
Hay un gran estudio de las manos y una impactante luz sobre los ojos de Cristo.
Se llegó a decir que El Greco tenía astigmatismo, lo cual es una tesis marginada.

El Caballero de la mano en el pecho (1578-80)

De pequeño formato, que se encuentra hoy en el Museo del Prado. Fechado hacia 1580.
Excelente retrato donde vemos que la luz exterior solo ilumina el rostro y la mano derecha.
Se dice que podía ser Cervantes, el ‘Manco de Lepanto’ por la poca vida que tenía el brazo izquierdo. Hoy se ha identificado como el Marqués de Montemayor.
Está firmado en griego.

San Mauricio y la legión tebana / El martirio de San Mauricio (1580-82)

Uno de las grandes obras de El Greco. Mide 4’5m. Para el Monasterio del Escorial. Tampoco le gustó a Felipe II y fue sustituido por una obra de Cincinato.
Una legión de la actual Suiza fue trasladada a la ciudad de Tebas, y San Mauricio y sus miembros de la legión decidieron ser martirizados antes que adorar a dioses romanos.
Vemos igual que en Pacheco, el tema del martirio de San Mauricio queda relegado a un segundo plano a pequeña escala a la izquierda de la composición; en cambio ha destacado la instantánea de la decisión de no adorar a dioses romanos.
Aparecen ya descalzos, divinizados. Tienen armaduras, y espadas.
Aparece un niño con una armadura (precursora del cubismo); el niño es su hijo Jorge Manuel.
Algo que no gustó es que incorporó una galería de almirantes y jefes de la armada española.
Las figuras parece que están danzando.
Vemos en el plano del martirio a algunos decapitados y a otros arrodillados.
Esperaremos a Velázquez cuando haga el cuadro de la Rendición de Breda para obtener tanta profundidad como en esta obra.

 Entierro del Conde de Orgaz (1586-88) 

Este personaje realmente no era Conde, sino Señor de Orgaz.
Monumental lienzo que mide casi 5m de alto, es un cuadro de altar.
Gonzalo Ruiz es un personaje del siglo XIV y en su legado testamentario estipula que determinadas fincas de su propiedad pasaran a la Iglesia de Santo Tomé de Toledo, donde decidió enterrarse. En 1560 la Iglesia estima que han pagado suficiente por las tierras y dejan de pertenecer a ellos.

Se conoce el contrato del párroco Andrés Núñez (que aparece representado en esta obra).
El cuadro esta realizado en el contexto de la contrarreforma.
Vemos en la obra dos grandes zonas: la parte terrenal y el rompimiento de gloria.
En el centro aparece el cadáver del señor de Orgaz, siendo depositado en la urna funeraria entre San Agustín (representando a San Juan de Ribera) y San Esteban, que tiene una representación en su túnica de la “lapidación de San Esteban” (ya que este señor de Orgaz fue benefactor de los agustinos en Toledo). A parte del párroco y acólito aparecen tres frailes que representan a franciscanos, dominicos y jerónimos. Nos llama la atención la presencia de un niño, es de nuevo Jorge Manuel, el hijo del Greco, que porta un pañuelo con la fecha del nacimiento del hijo.
Vemos además una galería de retratos, pudiéndose identificar el alcalde, algunos dicen que aparece un autorretrato del Greco.
La escena es un nocturno, vemos como algunas personas llevan antorchas; por tanto es un cuadro tenebrista.
En este rompimiento de gloria vemos como un ángel corta el alma de Gonzalo Ruiz. En el centro vemos a la Virgen y San Juan Bautista como intercesores de la humanidad, y vemos también a Cristo resucitado vestido de blanco.
En el extremo superior derecho aparece la resurrección de Lázaro.
Detrás de San Juan Evangelista vemos una serie de retratos, en concreto vemos a uno con una escuadra, que representa al arquitecto San Juan Bautista de Toledo; también vemos a Santo Tomás y al rey Felipe II.
En el extremo de la izquierda, detrás de la Virgen, vemos a San Pedro, identificado por las llaves. También a la izquierda vemos a Noé con el arca, David con la lira y Moisés con las tablas de la ley.
El niño señala con el dedo índice al difunto, nos introduce dentro del cuadro (recurso que veremos años después en Valdés Leal).
Hay una serie de escorzos, como la pierna de San Juan.

Paisaje vista de Toledo (1595)

Se encuentra en la Galería Nacional de Washington.
Al fondo podemos distinguir el Alcázar, Puente de Alcántara…
El artista ha querido mostrar la instantánea, una tormenta en Toledo, es decir, se antepone a los impresionistas.
Nos recuerda a la obra de la “Tempestad” de Giorgione, y al igual que en esta obra, el protagonista es el paisaje, quedando las figuras humanas totalmente empequeñecidas y en segundo plano.

Sandoval Rojas (h.1600)

En algunos libros se dice que es Niño de Guevara. Pero se ha probado que es Sandoval Rojas.
Tiene rasgos pre-impresionistas por los rasgos de la figura, pero se inspira en el cuadro de Rafael de Julio II.
Al verlo sentado en un sillón sabemos que es símbolo de distinción. De nuevo vemos el recurso del papel en el suelo.

Iglesia Encarnación de Madrid, antiguo colegio de María de Aragón. (1600-05)

Hoy se encuentra desmantelado.
Hoy todas están en el Prado excepto el tema del Nacimiento que se encuentra en el Museo de Rumanía.
Era un retablo de 3 calles y dos cuerpos.
En la parte central del cuerpo bajo vemos la Encarnación, tema principal. Nos llama la atención la presencia divina manifestada por una zarza ardiendo.
Otra tabla es el Nacimiento, con la adoración de los Reyes, donde vemos de nuevo el recurso del papel.
También tenemos el Bautismo de Cristo, colocado a la derecha, con la presencia del Padre eterno vestido de blanco.
Empieza a acentuarse más el alargamiento de las figuras y a perder consistencia las anatomías.
En cuanto al segundo cuerpo, en la tabla central encontramos a Cristo en la Cruz, que echa literalmente chorros de sangre, mientras que un ángel la recoge (tanto de la mano como del costado). La Magdalena limpia la cruz, mientras que otros ángeles a la derecha recogen también la sangre.
En la tabla de la izquierda vemos la Resurrección de Cristo, y hay un soldado en escorzo, que es una versión libre de uno de los hijos de Laocoonte.
En la tabla de la derecha vemos la escena de Pentecostés.

San Ildefonso (h.1605)

En torno a 1605 trabajará en Illescas, donde realizará diversos cuadros para el Hospital de la Caridad.
Obispo sentado en un sillón con una mesa y un tapete rojo. Ha representado los objetos típicos de un escritorio.
Ha colocado la mesa ligeramente inclinada para que uno de los vértices se acerque al plano del espectador.

Retrato Cardenal Tavera (h.1609)

Entre 1608-9 trabajará para el Hospital Tavera o San Juan Bautista.
El retrato que se nos ofrece es el de un difunto, valiéndose de la mascarilla de cera del fallecido.
El cuadro fue roto a cuchillazos en la guerra.

Fray Hortensio de Paravicino (1609)

Superior de los trinitarios en España. Era amigo personal del Greco, incluso le hizo varios retratos, sin duda este es el mejor. Se encuentra hoy en el Museo de Boston.
Llama la atención sus dedos de la mano izquierda, que sirven de registro para dos libros, uno de formato grande y otro pequeño; son libros que Fray Hortensio hizo para el Greco (“Si Creta le dio la vida, Toledo los pinceles”).

Vista y Plano de Toledo (1610-12)

Se encuentra en la Casa Museo del Greco. Puede medir 1m de alto y 2m de largo.
Se trata de un paisaje de la ciudad de Toledo, pero también encontramos a un joven que nos ofrece un plano topográfico de la ciudad de Toledo (interés por la topografía que le viene de Venecia). El joven no es Jorge Manuel, es anónimo.
En el paisaje vemos en primer lugar la parte superior con un grupo que tiene como nombre La Defensión (tiene un ángel boca abajo)
En el paisaje urbano de la ciudad amurallada, sobre una nube aparece el Hospital Tavera de Toledo.
A la izquierda aparece un hombre desnudo con un cántaro y una abundancia, es una alegoría del río Tajo.
El paisaje urbano se adelanta al cubismo analítico de Cézanne y Picasso.

Vistas de Toledo con el Laocoonte (h.1612)

Aparece Laocoonte y sus hijos con una pareja a la derecha (que quizás sean Adán y Eva).

Adoración de los pastores (1612)

Es un tema recurrente del artista. Pero este es el cuadro final que pinta el Greco, poco antes de su fallecimiento (1614).
Encarga en su testamento que sea colocado en su propia tumba, en la Iglesia de Santo Domingo de Toledo, pero finalmente ha acabado en el Museo del Prado.
Es la síntesis y punto final de una serie de recursos, como el alargamiento de figuras, luz que irradia el niño Jesús (escena en una cueva y los rostros aparecen iluminados por la luz del niño), rompimiento de gloria con una serie de ángeles (uno lleva una filacteria que dice “Paz en la tierra a los hombres de buena voluntad”).






Manme Romero.







Fuentes consultadas:
- AYALA MAYORI, Nina: “Del Greco a Murillo”
- BROWN, Jonathan: “El Greco”
- CALVO SERRALLER, Francisco: “El Greco”
- CAMÓN AZNAR, José: “Domenico Greco”
- GUDIOL, José: “El Greco”
- WETHEY, Harold: “El Greco y su escuela”



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