El
marco cronológico es 1541-1614. Doménikos
Theotokópoulos, considerado como uno de los grandes pintores, fue un
artista de maduración lenta.
En su
vida y obra van a transcurrir en tres ámbitos, pero será en su etapa final en
Toledo cuando se considere artista de primera fila.
Nació
en la isla de Creta, en la ciudad hoy llamada Herakleion. Se dedicaba a pintar
iconos bizantinos.
Cuando
tiene unos 25 años se traslada a Italia, donde estará 10 años. Irá a Venecia,
donde le llegará la obra de Tiziano y Tintoretto, especialmente sus luces y
colores. Después irá a Roma, donde conocerá la obra de Miguel Ángel, Rafael, y
contactará con un pintor miniaturista, Giulio Clovio, y también conocerá a Luis
del Castillo, hijo del deán de la Catedral de Toledo, el cual le invitará a
irse a España. También conocerá la obra de Correggio.
En 1567
viene a España, y aspirará a ser pintor de Felipe II, pero queda fuera. Será
Toledo la ciudad que le abre las puertas, donde pasará el resto de su vida y
donde se va a consagrar.
Por un
lado tiene su formación gótica-bizantina, por otro lado el manierismo tras la
influencia de Miguel Ángel, Tiziano y Tintoretto, y la espiritualidad de Toledo
le permitirá crear formas distintas del resto de los pintores.
Es el
pintor extranjero más importante del siglo XVI.